domingo, 20 de septiembre de 2015

En la carrera de La Melonera 2015


Madrid, 13 de septiembre de 2015 – 9:50 horas

En esta ocasión, por disputarse un partido de fútbol el sábado por la tarde, La Melonera pierde parte de su encanto por pasar a celebrarse el domingo por la mañana. Desde luego no es igual. El ambiente tan festivo del atardecer se desdibuja bastante con el cambio de hora.

Este año, además, tiene otra novedad, habrá dos pruebas, se incorpora una de 5kms que tendrá una salida propia, y veinte minutos después saldremos los participantes de los 10kms. A las 10:30 horas, la carrera de menores, que es habitual en cada edición. Es un acierto incorporar distancias más cortas para gente que se esté iniciando o para quienes, en un momento determinado, no queramos o no podamos enfrentarnos a distancias mayores.

El precio de la inscripción han sido 8€. La bolsa del corredor consiste en camiseta técnica, otro nuevo cambio, han desterrado la de algodón, un gel y una barrita energética.



El inicio de la prueba, nuevamente, retorna a la calle Retama, el año pasado comenzamos desde arriba de la cuesta de Ombú, lo que no era una idea excelente.

Se puede decir ¡qué me han transformado La Melonera por completo!

Ludotecas Maravillas


Antes de tomar la salida el paso obligado por el ropero, para dejar la mochila y para saludar a los voluntarios de la A.D.Marathon, a Mercedes González y al resto del grupo.



Coincido, por casualidad, con Manuel Moreno, con quien siempre es un gran placer charlar. En pocos minutos nos ponemos al tanto de nuestros proyectos futuros.


Más tarde me reúno con Pedro Pleguezuelos, @Santacenero y José Carlos Juárez, los tres solemos tener carreras fijas en nuestros calendarios, lo que es una suerte para vernos de forma más o menos frecuente. También veo a Ángel Montaño y a parte del equipo de Running Free Madrid.


Nada más tomar la salida los compañeros de los 5Kms., aprovechamos que la zona se ha quedado más despejada para calentar y relajar tensiones antes de empezar a correr. La temperatura es fresca, a ratos, el viento me hace incluso sentir frío.


Parece que llega el momento. Me sitúo cerca del arco, apenas cuatro filas de personas me separan de él, vengo decidida a comprobar si puedo lograr una marca aceptable hoy.


Km1, suele ser el más complicado. Salimos todos de golpe y debemos tener paciencia hasta que se va despejando el asfalto para ir cogiendo el ritmo propio. Nada más empezar ya hay caídas de algunos corredores, si las prisas son malas, aquí además duelen. El primer kilómetro, de todas formas, lo he encarado a buen ritmo.

Km2, nos vamos separando ligeramente unos de otros. El viento sopla de cara por la Avenida del Planetario. El grupo de carrera avanza muy rápido, y me contagia, tanto que al terminar este tramo, el GPS marca un ritmo de 4’35” ¡ni me lo creo!, ¡ni sé cómo!, lo que tengo claro es que o empiezo a disminuir la velocidad o no termino. A veces pienso si no me limito demasiado, o me asusto a mí misma y me obligo a competir de forma controlada, segura.

Km3, desde el Paseo de la Chopera se escucha la música y al speaker comentar la llegada de los participantes de los 5kms. A nosotros, todavía nos quedan algunos kilómetros para poder entrar en el edificio de Matadero. La organización nos grita que permanezcamos en nuestro carril y no invadamos el contiguo, abierto al tráfico. La gente que corre con la música puesta aminora su ritmo, entorpece a otros, no para de preguntar ¿qué dicen?




Km4, ¡voy genial!, aún es pronto para estar demasiado contenta. Por el Paseo de Yeserías, nos encontramos el mayor tramo de gente animando hasta el momento. Los niños quieren chocar manitas y no paran de gritarnos frases de aliento, uno hasta me ofrece un globo de regalo.

Km5, llegamos al avituallamiento, el agua está fresca, el frescor de la mañana se ha quedado atrás, comienza a hacer calor. Rodeamos la espalda del Vicente Calderón. Hemos superado la mitad de la carrera. Corremos en hilera, dispersos, la velocidad del grupo sigue siendo alta.


Km6, en cuanto superemos el Paseo de la Virgen del Puerto entraremos en Madrid Río, una zona mucho más agradable para correr que este kilómetro que discurre entre edificios.

Km7, nada más ver el cartel del Salón de los Pinos, descubro que Pedro ha venido a verme, por sorpresa, para hacer a mi lado, en bici, un tramo de este recorrido entre árboles. La zona de tantos de mis entrenamientos no me va a descubrir nada nuevo. Miro la marca que llevo en ese momento, analizo las fuerzas y decido ir a por todas.



Km8, el espacio que nos dejan para avanzar a partir de ahora es muy justo, a la derecha hay que permitir que la gente que pasea, corre o va en bici o patines pueda atravesar también la zona. Se complica adelantar a otros corredores. Algunos van con las fuerzas muy justas en este punto.


Km9, tendría que correr como nunca para lograr entrar por debajo de 50 minutos. Voy adelantando corredores, que se quedan detrás y no me vuelven a pasar. Los últimos metros de la carrera, por el adoquín, obligan a pisar con cuidado para evitar resbalones. Por fin veo el crono, que pasa… y pasa números sin cesar. Hago lo que puedo, voy al límite, os puedo asegurar que lo he dado todo, hacer este último kilómetro a 4’47” me sorprende mucho, tanto que lo he mirado después varias veces. Al final 50’46” y 3 minutos menos que el año pasado, lo que hace que me sienta muy contenta con el resultado, tras un año en el que veía empeorar mis marcas, he vuelto a reconciliarme con ellas.


Para recuperarnos del esfuerzo realizado, una buena rodaja de melón, que junto con el reencuentro con los amigos y las risas tras cualquier prueba, nos devuelven las fuerzas y las ganas de volver a estar en otra popular lo antes posible.






Saludos, abrazos, besos,

María Caballero
@MCG66Madrid








sábado, 12 de septiembre de 2015

Mi primer trofeo. Nocturna de Canillejas 2015


Madrid, 5 de septiembre de 2015 – 21:30 horas

El mes de septiembre se presenta algo extraño, por un lado, deseo desconectar un poco la mente de la preparación del Maratón de Valencia, con alguna carrera que me permita divertirme más que sufrir, y por otro, no me apetece dispersarme demasiado con pruebas menores. Me vendrá bien relajar los nervios que se van apoderando de mí, semana tras semana, noviembre aún se ve lejano, aunque a mí, ya me ha agarrado ese nudo en el estómago y solo desaparece mientras entreno, al finalizar, nuevamente reaparece y permanece.

El año pasado me gustó bastante la Nocturna de Canillejas, bien organizada y con un ambiente increíble, por eso decido comenzar de nuevo otra temporada con sus 7,5 kilómetros, a las nueve y media de la noche. Tras la carrera, a disfrutar de las fiestas del barrio, las casetas se encuentran preparadas desde temprano y el grupo Los Porretas, hacen sus pruebas de sonido mientras la zona se va llenando de corredores y familiares.






La organización tiene como buena costumbre entregar los dorsales aquí esta misma noche, lo que nos evita perder tiempo en ir a recogerlos los días previos.

El recorrido consiste en un circuito de 2,5 kilómetros que los menores recorrerán una sola vez y al que los adultos le daremos tres vueltas, para completar la carrera. Hasta el año pasado no me gustaba nada correr en un circuito, tiene su parte buena y mala, si la primera vuelta se nos atraganta, seguramente nos costará terminar. En esta distancia corta me gusta el circuito, en una larga como el maratón no me apetecería verme dando vueltas al mismo lugar una y otra vez.

No invierten demasiado en montar el circuito, a lo largo de la carrera unas flechas pintadas en la carretera nos van marcando por dónde debemos continuar o girar en cada tramo. No hay paneles indicando el número del kilómetro, un 1 y 2 pintados en la carretera es lo único que vemos para hacernos una idea de lo que nos queda, no sé si serán los mismos números del año pasado.

También se diferencia de otras populares en que aquí primero corren los menores y cuando termina el último comienza la carrera de adultos. Emociona ver cómo compiten a tan corta edad, se ven las claras diferencias entre ellos, los que siguen algún entrenamiento y los que simplemente quieren correr esa noche en su barrio. Algunos de los primeros clasificados incluso corrían con vaqueros cortos, como lo suelen hacer en el parque o en el recreo.

No hay avituallamiento durante la carrera, ni bolsa del corredor, ni camiseta. Al finalizar nos dan una lata de refresco y un pequeño trofeo a todos los que cruzamos la Meta.


El precio de la inscripción ha sido de 5€ para los adultos y gratis para los menores.

Durante la espera, coincido con Pedro Pleguezuelos, @Santacenero, Nos ponemos al día de nuestro verano y nuestros próximos objetivos.


Primera vuelta: La salida desde la calle del Néctar, estrecha, se hace un poco en forma de embudo, no somos demasiados corredores, pero muchos estamos agolpados cerca del arco y comenzamos muy despacio, con un correr lento, prestando atención para no tropezar con los compañeros de delante. El recorrido al completo transcurre por una carretera de un solo carril, no muy amplio, durante los primeros minutos vamos muy juntos. Pocos metros después del arco, nos recibe una gran cuesta abajo, tomarla con mucho impulso puede provocar caídas. Antes de ver el número 1 pintado en el suelo, tenemos la primera subida para ir calentando. El recorrido cuenta con mucha curva y al ser un espacio reducido, durante los primeros kilómetros, hasta separarnos unos de otros, hay que acelerar y parar según el espacio que nos vamos encontrando, adelantar resulta difícil. Antes de ver el número 2 toca la cuesta más pronunciada, la primera vez se sube bien, la tercera ya pica un poco en las piernas. Al pasar bajo el arco nuevamente, y concluir la primera vuelta, voy bien de ritmo, creo que lo mantendré igual en la segunda vuelta.


Segunda vuelta: Los corredores ya vamos dispersos, incluso los que comenzaron en grupo, ahora se han quedado por parejas, es más cómodo correr. Hace calor, no tanto como para no plantearme subir algo el ritmo, puedo hacer mejor marca que el año pasado y voy a luchar por lograrla. En el Km4,5 casi se me atraganta la carrera, voy algo forzada, me lo he creído demasiado y me toca reducir un poco la velocidad para volver a respirar correctamente. Recupero las fuerzas de golpe al ver a Pedro, gritándome que voy genial y al cruzar el arco rodeada de aplausos y gritos del público, ni lo pienso, ¡a por todas!

Tercera vuelta: Me sucede algo que no es habitual en mí, nunca lo había hecho hasta este momento, me olvido de todo y solo corro, como mi único objetivo. Justo con el arco a la espalda, adelanto a Yolanda Rodrigo, que aminora su marcha para una foto de Francisco Javier Domínguez, animador nuestro durante toda la carrera, ni los saludo a ninguno, al contrario, corro… corro… y comienzo a adelantar a gente, no sé si van por su segunda o tercera vuelta, me da igual, lo único que me importa es que los voy dejando detrás y no me pasan nuevamente. Me sorprendo subiendo las cuestas mejor incluso que las veces anteriores. Poco antes de reaparecer en la calle del Néctar, tras una subida y el cómodo tramo final, que tratamos de hacer todos los corredores lo más rápido posible, comienzo a sonreír y no logro dejar de hacerlo, ha sido una buena carrera, termino muy contenta.

Fotografía de Francisco Javier Domínguez

Fotografía de Francisco Javier Domínguez

Como recompensa ceno en la feria, recorro las atracciones y disfruto de las actuaciones musicales.


Al día siguiente por algunos mensajes que me han dejado en Facebook y por la clasificación publicada, descubro que he quedado 2ª Veterana B, la primera vez que podía haber vivido lo que es subir al pódium y recibir un trofeo, y ni me entero, lo recojo días después en el Centro Deportivo de Alcalá 525, eso sí con la misma ilusión que si hubiese sido el sábado por la noche, ¡faltaría más!


Saludos, abrazos, besos y hasta muy pronto.


María Caballero
@MCG66Madrid





martes, 8 de septiembre de 2015

Preparar un maratón sin matarnos por el camino


Madrid, 8 de septiembre de 2015

Cuando el pasado mes de julio Chema Ocaña, @Chemitrix, nos planteó a un grupo su idea de correr por parejas, el próximo maratón de Madrid, el 24 de abril de 2016, en lo que él ha bautizado como la Comunidad del Anillo, pronto surgieron entre los futuros maratonianos conversaciones que me resultaron muy conocidas y sobre las que he reflexionado.

El maratón comienza en el momento en el que nos inscribimos, da igual si es 3 ó 10 meses antes, nos recorre una corriente, nos atrapa una desazón y empieza a cambiar instintivamente algo dentro de nosotros, nos cuidamos más, mejoramos nuestra alimentación, nos obligamos a descansar mejor…, modificamos nuestra forma de entrenar, no dejamos de pensar en ello. Es una gran evolución hasta que llega el momento de correrlo.

Si has tomado la decisión con tiempo, podrás planificar bien tus entrenos, buscar un plan, realizar los cambios necesarios en ti, y formarte como corredor.

Desde el primer momento, debemos considerar que preparar un maratón no es un castigo, si nos lo planteamos así, seguramente lo terminaremos, aunque no habremos disfrutado ni aprendido con toda la planificación. Realmente es una oportunidad de conocernos mejor. Prepararlo es mucho más que aumentar kilómetros cada semana.

En cuanto digas “voy a correr un maratón”, te llegarán todo tipo de opiniones, no solo de quienes ya hemos corrido otros maratones, también de aquéllos que no han realizado ninguno. Anota todos los consejos que vayas recibiendo, prueba por ti mismo si te funciona lo que te aconsejan, no somos iguales, lo que a uno le vaya genial puede que a ti no tanto, o nada.


Ten las cosas claras y no cambies de criterio sobre los planes de entrenamiento con cada sugerencia que vayas escuchando. Si has estudiado y decidido que uno se adapta a tus posibilidades, síguelo. Eres novato como maratoniano, pero ya tienes una personalidad formada como corredor, no es necesario, ni conveniente, que cambies, solo que evoluciones, te conoces bien, sabes tus puntos fuertes y débiles y sabrás elegir un plan que te lleve hasta la meta.

Hazte una prueba de esfuerzo, comienza a entrenar seguro. Busca las zapatillas apropiadas, la ropa adecuada con la que iniciar los entrenamientos para el maratón, que se adapte a tu cuerpo, no te moleste, ni roce, te diría que ni notes que la llevas, no vamos a una fiesta, no se trata de ir guapos, sino de ir cómodos.

Lee todo lo que puedas sobre el maratón, textos fiables, con fundamento, te servirán para saber qué modificaciones debes realizar en cuanto a alimentación, planificación de entrenamientos y carreras, descansos, conocer cómo tomar los geles, y un largo etcétera. También descubrirás qué cambios se van a ir produciendo en ti, que los habrá, tanto mentales como físicos, es mejor estar preparados cuando lleguen: dolores en músculos que ni sabrás cómo se llaman, o una corriente de sensaciones que va en todas direcciones, de la euforia a la apatía, de la seguridad al miedo, de la confianza a la duda. Lee a los maratonianos profesionales, también a tus iguales, a los blogueros que han pasado antes que tú por los 42K y te mostrarán múltiples realidades sobre esta distancia, buenas, regulares y otras menos agradables.


Cuídate, quiérete, protégete, puede parecer que son tonterías, no es así, tú eres tu mejor y única baza, eres el ganador de tu maratón, el peón fundamental de esta aventura que te has planteado, debes trabajar para llegar en las mejores condiciones posibles.

Prepárate bien. Si tienes que saltarte algún entreno no te mortifiques, no somos perfectos. Mejor dejarlo pasar que torturarte y bloquearte. Lo importante es la constancia, incrementar distancias de forma progresiva cada semana para fortalecerte y evitar lesiones. Trata de llegar seguro, descansado física y mentalmente el día de la carrera.

Lleva un diario de tus entrenamientos, sé que los GPS y aplicaciones lo hacen muy bien, tú lo puedes hacer mejor, ellos solo destacan datos numéricos como distancias, ritmos, … Anota la zona por la que has entrenado, tus sensaciones de ese día, si has sentido molestias, dolores, si has bebido durante el recorrido, tomado algún gel, cómo te ha sentado. Repasa el diario cada semana para comprobar tu evolución, es una gran motivación.

Corre solo. Aunque vayas a enfrentarte al maratón acompañado, debes conocerte y fortalecer tu mente y no hay mejor forma que pasarte esas horas de las tiradas largas a solas contigo.

Enhorabuena por haber tomado esta decisión de querer ser maratoniano/a, no suele resultar sencilla, ¿te has arrepentido ya alguna vez? También es algo muy normal.

Saludos, abrazos, besos,


María Caballero
@MCG66Madrid





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